Thursday, October 04, 2007

Cabalgando con el mando, amigo Sancho

En de tanto ver la tele surgió en aqueste rapaz la idea de que era aquel mecanismo del diablo un artefacto capaz de sorber el seso de quienes se arremolinaban en torno suyo. Amén de servir para aflojar nuestros instintos de forma y manera que sólo los más bajos campaban por sus anchas, quedando todo aquello que nos diferencia de las bestias, digase raciocinio, intelecto o similar, postergado para un uso residual y efímero.
Con esa idea que floreció entre el pedregal en que se iba convirtiendo mi sesera, decidí, no sin desmedido arrojo que este artefacto del maligno no sería la causa de mis desdichas, sino más bien y con ayuda de mi intelecto intentaría separar el grano de la paja para poder servir a mis congéneres, contandoles sobre el poco grano que pudiera encontrar, y sólo hablando de la paja cuando mis vísceras revueltas me lo pidiesen.
Pongo así en marcha este libro de andanzas que espero sirva para regocijo y entretenimiento de vuesas mercedes.

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